Sabados que parecen interminables en que mi esposo y yo andamos recogiendo (no somos los unicos, muchos de mis vecinos igual), apurandonos antes de que llegue la nieve para que quede limpio. Ya he resuelto hacer mucha comida desde los viernes, porque los sabados entro muerta a la casa y sin ganas de cocinar. Asi ya tengo todo listo y solo hay que calentar, ademas de que entramos con frio y hambrientos, jajaja!
Pero tambien entra una cierta melancolia al ver el suelo con todas esas ultimas hojas, bellotas y piñas que estan ahi esperando ser recogidas... Y de ahi la inspiracion para esta portada.
Solo lamento llegar un poco tarde, siempre prefiero publicar estos trabajos los 3 primeros días del mes, pero ahora he estado a tope. Además con la mala suerte de que tengo a mi hija resfriada en casa, esta semana he estado haciendo sopas, caldo de pollo, estofados caldosos con verduras, tes, todo lo que le pueda ayudar. Lo bueno es que parece que solo es resfriado comun y que ya todos en casa nos hemos vacunado contra la influenza, como cada año.
Este mes también se me pasa siempre muy rápido, ya estoy planeando la parte que me toca del menú de Día de Gracias que siempre celebramos y que festejaremos en casa de unos amigos. Es una fecha muy especial, y al día siguiente siempre ponemos el arbolito y los adornos de Navidad. Dirán ustedes, tan pronto? Si, un día después de Thanksgiving porque como en las vacaciones de Navidad nos vamos a México, después no alcanzamos a disfrutar de los adornos que a mi hija le encantan. También desde mediados de este mes comienzan las iluminaciones de arboles en el centro de la ciudad, la llegada de Santa Claus, desfiles, etc....
Uff! Por eso hay que disfrutar día a día, con todo y el trabajo que hay, porque se nos pasa todo en un instante.
Hojas de Otoño
Diana Moriel
Las ultimas hojas cayendo van,
las ultimas hojas en el suelo están,
Al césped lo cubre una gran alfombra
que sobre ella me invita a jugar.
Amarillo, naranja, rojo y café,
pareciera que las hadas
se hubieran puesto a tejer,
dejando un mando que quisiera coger
Pareciera que el viento
un cuadro pintara caprichoso
de irrepetibles patrones
y asombrosos colores.
El camino cruje ante el peso de mis pasos
deshaciendo las hojas en mil pedazos
cual si quebrara un cristal
dejando los vestigios de un vitral.
Pero el viento de nuevo soplara
y con sus remolinos las hará volar
y de nuevo esos colores
en nueva alfombra convertirá.
